Bioagresividad: Constelación bioagresiva, onicofagia, comerse las uñas

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Caso de estudio: Comerse las uñas u onicofagia

La conducta de comerse las uñas nos revela una situación en la cual, esa persona, se encuentra bajo la influencia de dos programas biológicos actuando en forma simultánea. Es lo que llamamos constelación en términos de nueva medicina germánica, refiriéndose a 2 conflictos simultáneos de igual temática o distribución cerebral.

Seamos amplios y abramos la posibilidad que la persona no se coma las uñas pero todo el día está tocándose los dedos, “jugando” con sus cutículas o uñas, o tal vez todo lo contrario y observamos manos super cuidadas. En estos casos suele ocurrir que enfoquen su energía al cuidado, con el objetivo de no morderlas y mantenerlas prolijas, por ejemplo. También suele asociarse a la conducta de morderse los labios, lo cual tiene mucha lógica y se comprenderá con el desarrollo de los conflictos.

Como había dicho anteriormente, llamamos constelaciones cerebrales a la presencia de 2 focos de Hamer activos en sendos hemisferios cerebrales. La naturaleza es muy sabia y frente a una situación como esta, se produce una compensación de energías entre ambos hemisferios cerebrales. Este equilibrio, aunque muy tenso, provoca que NO se expresen los programas a nivel orgánico; lo cual tiene bastante sentido ya que si ambos programas se expresaran en su máxima expresión corporal, haría imposible continuar la existencia.

La conducta de comerse las uñas asociada a irritabilidad en un individuo proviene de una constelación llamada bio-agresiva. En esta constelación a nivel de la corteza cerebral dos Focos de Hamer están en fase activa, en cada uno de los hemisferios del cerebro. Los relés involucrados incluyen: el relé de la pequeña curvatura del estómago, conductos biliares y pancreáticos, en el lóbulo temporal derecho; el otro relé controla el revestimiento del recto, en el lóbulo temporal izquierdo.

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Este artículo es un ejemplo y no pretende brindar una información completa y detallada sobre esta constelación de la corteza. Debemos también tener presente que cada caso es particular y la respuesta final depende de varios factores como el estado hormonal, la lateralidad biológica y el sexo. Habiendo dicho esto, continúo con el caso y las generalidades del tema.

Generalidades sobre la bioagresividad

Sabiendo los relés involucrados podemos afirmar que los conflictos biológicos asociados a la aparición de la conducta conocida como onicofagia o “comerse las uñas” son:

Relé derecho: Rencor en el territorio
Relé izquierdo: Conflicto de identidad

Entonces, cuando se combina en una persona un conflicto de identidad (no saber para qué estoy en la vida, no sentirse parte de un grupo o sociedad, sentirse diferente frente al resto sin encontrar un lugar cómodo, no encajar en su propia familia o cultura, son ejemplos de conflictos de identidad) sumado a un conflicto de rencor (aquí está presente la bronca en relación con algo o alguién) surge la constelación y sus efectos.

Respecto a la irritabilidad, esta no expresa la necesidad de marcar el territorio como tal, sino que podría expresar una cierta frustración hacia los individuos que invaden o que impiden el establecimiento de las fronteras de este territorio. Una característica bastante recurrente en estos casos de rencor asociados con conflictos de identidad es la presencia de una figura de autoridad. Por lo general esa figura está representada en el padre, tanto para hombres como para las mujeres. Esa figura de autoridad es la responsable por la falta de expresión o descarga característica de la constelación (no puedo decirle algo o le digo las cosas pero no hace nada). Pensemos que morderse las uñas no es una conducta natural y responde a una necesidad de expresar algo, de morder algo o morder a alguien pero no es posible (cortar o terminar). Frente a este impulso que no se puede materializar ante quien corresponde, surge el impulso de lastimarse a uno mismo, como si habría que hacer algo y no es posible frenarlo (y lo digo en 2 sentidos, uno es sacar esa bronca del interior y el otro es literalmente morderse o lastimarse).

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En mi experiencia personal, recomiendo encarecidamente identificar los conflictos y solucionarlos porque comprendo que esa persona está viviendo en un modo “especial”. O sea, vive bajo la influencia de un programa biológico que intenta todo el tiempo modificar la conducta y no lo logra. Esta energía extra y acciones concretas hacen que la persona no logre tener una vida plena. La constelación bio-agresiva tiene un transcurrir silente, sin grandes manifestaciones a nivel físico lo cual no requiere un accionar urgente. Sin embargo, les digo que esta constelación, como cualquier otra, genera un ruido constante dentro del cerebro, un gasto energético y de recursos que favorecen el desgaste biológico, limitan las relaciones con otras personas y, en algunos casos, hacen muy difícil el día a día. 

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Respuestas

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  1. Excelente la aproximación a la constelación. Mí pregunta es ¿Cómo es posible ayudar a esa persona ? Entiendo que dependiendo de la balanza será en relación a un conflicto de identidad o rencor / injusticia. Cómo encontrar el conflicto que lleva a esa activación? Me pasa con una persona que en ocasiones cuando dialogamos comienza a morderse las uñas.
    Gracias !!!!